15 feb 2013

SIMA DEL LLENTISCLE - SIMA K28 (SERRA)

El grupo en la boca de la Sima del Llentiscle

Domingo 10 de febrero de 2013. Suena el despertador. Amanece un día frío y ventoso en Valencia y alrededores. Siete espeleólogos se preparan para un nuevo día de exploración.

El punto de encuentro es en Serra. Allí, días antes, Jose Luis se había trasladado para localizar varias cuevas, entre ellas, la Sima del Llentiscle, pequeña cavidad con una reducidísima boca de acceso y a la que acudíamos con la certeza de que nos iba a ocupar poco tiempo.

El grupo va creciendo. Junto a Jose, Jose Luis, Gonzalo, Tomás y Juanma (hoy ausente), vienen también Juan, Tomás e Ismael.

Acudimos todos a las ocho de la mañana a Serra y desde allí nos repartimos en dos 4x4 para el traslado a una zona cercana a la Sima del Llentiscle.

El frío aprieta y el viento lo intensifica. Cielo nublado. No aparece ningún rayo de sol que nos reconforte y nos dé calor.

Boca de la Sima del Llentiscle. Jose Luis.
Después de andar unos veinte minutos llegamos a la boca. Sus dimensiones nos llaman la atención. Tiene escasamente sesenta centímetros de diámetro. Montamos la cabecera y comenzamos a ir descendiendo mientras damos las oportunas indicaciones a los que se inician por primera vez en esta actividad. El calor que aflora por la pequeña entrada acelera el tránsito hacia el subsuelo y la cavidad nos acoge deseosa de dar cobijo y abrigo a este grupo de espeleólogos que interrumpen su silencio.

El recorrido en su interior es mínimo, ya que la cavidad presenta poco desarrollo. Hacemos unas cuantas fotos y comenzamos a salir. La mayoría ni siquiera utiliza al completo el equipo de ascenso: asegurados con el puño y trepando por la pared se alcanza el exterior.

La sima nos ha sabido a poco y decidimos ir a otra sima cercana, la K28. Pero eso será después de almorzar.

Como hacía viento frío decidimos recuperar fuerzas en el refugio que hay en el Mirador de Rebalsadors. Así que allí que nos fuimos.

Desde el Mirador de Rebalsadors
Como casi siempre, Jose Luis hizo un gran aporte de salchichón, chorizo, queso y otros manjares propios de la zona de la Sierra de Cazorla y, para no hacer un feo, decidimos contribuir a su degustación.

Ya recuperados, y con el cuerpo más animoso, nos encaminamos a la Sima K28. Esta cavidad está situada en la cuneta de la carretera Serra-Torres Torres, antes en el kilómetro 28 y ahora pasado el 27. No,  no es que la cueva se haya movido, sino que la carretera ha modificado su trazado.

A la cueva se accede por una boca de 1,2 x 4 metros y tras una pequeña pendiente se llega una sima de unos siete metros.

En la sala principal de la Sima K28
Existe otro acceso, al otro lado de la carretera y unos treinta metros por debajo de esta, en la que no se necesita cuerda.

Dado que no íbamos sobrados de tiempo decidimos acceder por la boca inferior. Cuando llegamos cerca del pozo de la otra entrada vimos que había un grupo de personas en la sala principal. Se trataba de un grupo familiar con jóvenes espeleólogos guiados por otro ya veterano y con los que intercambiamos saludos y comentarios.



La cueva tenía bastantes formaciones, sobre todo en la sala principal, con una espectacular colada que recorría una de las paredes y que daba lugar a un conjunto de banderas muy interesante.
Formaciones en Sima K28

Aunque la cueva es pequeña, para lo que estamos habituados a explorar, nos dejó un buen sabor de boca después de la  miniexploración de la Sima del Llentiscle.

Alrededor de la una del mediodía salimos de la cueva. El sol empezaba a asomar, el viento amainaba y el frío reducía su intensidad. La mañana había mejorado en todos los sentidos.
Fuera ya de la cueva nos despedimos unos de otros y nos acomodamos para el regreso. Pese al frío, el viento y lo poco atractivo que se presentaba el día al principio, habíamos conseguido pasar una entretenida mañana de exploraciones y sobre todo, lo más importante, habíamos estado compartiendo unos momentos todos juntos. Momentos que fortalecen la unión de nuestro grupo.

Nuevos espeleólogos, savia joven para el grupo:

Juan
Ismael
Tomás